lunes, 6 de abril de 2020

Cultura de Paz, la auténtica y verdadera resiliencia

Escribí esto a mediados del año 2016 y por diversos motivos, sobre todo laborales, no lo publiqué en ese momento. Revisando en mi computadora lo encontré y leí con detenimiento y me dí cuenta que todo es muy vigente en estos días. 

Ayer conocí, que la violencia que vivimos en el país provocó la partida física del nieto de un compañero-amigo, a quien le tengo mucho respeto y admiración por su compromiso con la creación de una sociedad sin violencia, no tengo palabras de consuelo para él, sin embargo creo que mucho de lo escrito en este texto nos da luces para continuar en ese compromiso por forjar una sociedad diferente, en paz sustentable duradera. 


Fuerte abrazo Iván, mucha fuerza en este duro momento.



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Cultura de Paz, la auténtica y verdadera resiliencia


Desde la teoría y el mundo académico se dice que la resiliencia es la capacidad de un ser vivo de salir adelante y sobreponerse ante una situación adversa y recuperar su estado óptimo anterior al momento de haber recibido ese impacto negativo. Se escucha muy bien desde el punto de vista teórico, ahora revisando en la realidad cotidiana de las personas, familias y comunidades, ¿qué implica hablar de resiliencia y fomentar capacidades para que se desarrollen estas posibilidades?

El Salvador vive una de las etapas más difíciles de su historia, luego de un conflicto armado que cobró miles de vidas y daños irreparables tanto en los aspectos económicos, sociales, culturales, ambientales y sobre todo en los psicosociales y emocionales, estamos ante un nuevo conflicto, uno de dimensiones diferentes que carcome a las generaciones presentes y que de continuar de esta manera, también les negará el derecho a un futuro, y no a cualquier futuro, sino a uno que asegure condiciones para que se manifieste una paz sustentable y duradera, con pronta y cumplida justicia y en un planeta saludable, lo que se constituiría en el goce de una vida plena con sustentabilidad.

Las violencias no permiten el logro de esa tan anhelada paz, como aspiración máxima del pueblo salvadoreño. Las diversas formas de violencia se ven mayormente manifestadas en las poblaciones mal llamadas vulnerables, es decir, aquellas que viven en condiciones de vulnerabilidad, como lo son las infancias, las juventudes, las mujeres, los pueblos indígenas, las personas con discapacidad, los afrodescendientes, las personas adultas mayores y la diversidad sexual (LGTBi). Esto ha sido reconocido oficialmente por Naciones Unidas y otros organismos multilaterales y también que estas poblaciones han sido histórica y sistemáticamente excluidas de las discusiones públicas nacionales y globales, en donde se definen las políticas públicas y los acuerdos internacionales que dan respuestas a las situaciones, retos y desafíos que se viven en el mundo. 

Actualmente es muy común encontrar familias enteras que huyen de sus viviendas y territorios por motivos de amenazas a sus vidas ante la violencia homicida, que se coloca como una de las más mediáticas y reconocidas por la población, con tasas de entre 10 y hasta 25 homicidios al día y donde inclusive ha llegado a porcentajes de 80% de ese número son personas menores de 30 años. Este hecho ha sido discutido recientemente en la concluida 71° Asamblea General de Naciones Unidas, en donde se discutió el tema de las migraciones y desplazamientos forzados (https://news.un.org/es/story/2016/09/1365471#.V-2DhyHhDIU, en donde miles de personas viven este éxodo en busca de un lugar seguro para continuar con sus vidas y sus familias por motivos de guerras, violencias y pobreza. Además es relevante destacar los niveles de feminicidios y agresiones hacia las mujeres jóvenes, en donde los grupos de pandillas y el crimen organizado las instrumentalizan y obligan formar parte de sus estructuras para fines de extorsiones, tráfico de drogas y tráfico de personas.

Casos de desplazamientos forzados hay muchos en El Salvador, tal es el caso de la familia Martínez (ficticio), de uno de los municipios más populosos del Área Metropolitana de San Salvador, quienes en el año 2014 tuvieron que abandonar su hogar, donde vivieron por 40 años. El motivo fue que las pandillas de comunidades aledañas amenazaron a varias familias para abandonar la comunidad por no ceder ante presiones para que los jóvenes que formaban parte de estas familias se integraran a las estructuras de pandillas. Tuvieron que buscar una medida para salvaguardar sus vidas y recibieron apoyo de familias en el municipio y de una organización social, dando albergue temporal mientras encontraban una solución permanente. Al momento actual, una parte del grupo familiar se ha establecido en un centro urbano del municipio de Ciudad Delgado, dejando atrás toda una vida y un arraigo con su territorio y asimismo perdiendo la capacidad de replicar algunas prácticas como el cultivo de alimentos como medio de vida y de una composición familiar de 14 personas, la familia tuvo que fragmentarse en 3 grupos, que viven en zonas diferentes y alejadas con poca comunicación y su vínculo familiar deteriorado.

Las juventudes hacen esfuerzos grandes para buscar y encontrar apoyo y acompañamiento solidario y debemos reconocer que la actual administración de Gobierno Central (año 2016) ha impulsado algunos programas sociales y políticas públicas sectoriales que han sido importantes y contribuido a honrar esa deuda histórica que el Estado Salvadoreño ha tenido con las personas jóvenes, sin embargo estos esfuerzos han dado resultados mínimos porque no abordan de manera seria e intencional los verdaderos problemas estructurales que aquejan a este significativo segmento de la población, en la cual, el 63.70% cuenta con menos de 30 años de edad, según este portal de datos de país del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)  (http://www.sv.undp.org/content/el_salvador/es/home/countryinfo.html). Las profundas y perversas desigualdades e inequidades que someten a las personas a vivir en condiciones de empobrecimiento, vulnerabilidades de todo tipo y exclusión social, como situaciones y retos que las personas enfrentan, no han sido debidamente abordadas y continúan profundizándose.

La oficina nacional del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de El Salvador ha anunciado que su Informe de Desarrollo Humano (IDHES) del 2016 será enfocado en juventudes viviendo en contextos de violencias y las prácticas de resiliencia que desarrollan para enfrentarla. (http://www.sv.undp.org/content/el_salvador/es/home/presscenter/articles/2016/01/26/idhes-2016-se-enfocar-en-informe-en-resiliencia-juvenil.html). Como parte de mi compromiso con las juventudes participo de esta iniciativa a través de un Foro Consultivo, donde se están discutiendo las situaciones que las juventudes están viviendo y como estas las enfrentan. Este Informe será sin duda una útil e importante herramienta para elevar las voces, visibilizar las propuestas y buenas prácticas que las juventudes impulsan en sus comunidades y territorios.

Marvin (nombre ficticio) es un joven que forma parte de una familia donde falta su mamá y papá, él vive en una comunidad del municipio de Ciudad Delgado que se encuentra realmente sitiada por la delincuencia, drogas, todo tipo de ilícitos que exponen a las personas jóvenes. Estudia en un Centro Escolar rodeado de similares condiciones, sin embargo este joven ha desarrollado una experiencia positiva que no corresponde al contexto en el que cotidianamente se desenvuelve. Utiliza su tiempo fuera de la escuela para refugiarse en iniciativas juveniles en el municipio, como baile urbano, actividades de la iglesia, experiencias de organización en colectivos juveniles y también actividades escolares relacionadas con capacitaciones en atención a situaciones de emergencia y asuntos humanitarios, esa es su manera de evitar exponerse a situaciones de violencia, ante acosos de todo tipo.

¿Cómo es esto posible?, ¿Cómo personas adolescentes y jóvenes están creando de sí mismos su propia experiencia, su propio caminar, su propio imaginario de vida en un ambiente que no es nada propicio ni siquiera para soñar?, luego recuerdo que tratando de dilucidar y discernir sobre estas situaciones, encontré una frase que dice: “La utopía es el verdadero corazón de los seres humanos” y entonces todo parece cobrar algo de sentido de nuevo. La resiliencia es también una fuerza que dinamiza el cambio y nos lleva a transformar prácticas y comportamientos, a crear nuestras propias posibilidades, quizá no sea una actitud del todo consciente, lo que si es cierto es que sea consciente o no, las personas la asumen en momentos clave o definitorios de su vida, ahora el reto es como la convertimos en una fuerza de cambio continua que fluya en todo nuestro que hacer.

Una persona puede y debe asumir su rol como sujeto social y político relevante y los Estados y la misma ONU tienen el mandato de afirmar su compromiso en crear condiciones para que se manifieste una paz sustentable y duradera, sin este nivel de desempeño de las instituciones públicas nacionales e internacionales y ese nivel de compromiso, las posibilidades de resiliencia en las personas, comunidades y territorios se verán drásticamente reducidas, considerando además que vivimos en un momento y contexto de impactos crecientes y efectos acelerados de todo tipo, sobre todo del cambio climático, disponibilidad de agua potable, migraciones, pobreza, conflictos, falta de educación de calidad, empleo pleno y decente, entre otros.  

En el contexto antes descrito, ¿cómo es posible que las juventudes, a pesar de esta presión extrema que están recibiendo, estén saliendo adelante e inclusive impulsando iniciativas que ayudan a otros jóvenes que viven en situaciones y contextos similares? Desde nuestro entendimiento valoramos que la resiliencia es una fortaleza innata, que las personas en nuestro país son resilientes por naturaleza propia, no porque sean formadas para ese fin, porque de ninguna manera el sistema educativo formal o las instituciones del Estado aseguran una educación y formación de ese tipo, sino que al mantenerse permanentemente sometidas a situaciones y presiones extremas y adversas, las personas van asumiendo que deben encontrar soluciones autogestionadas y colaborativas con sus pares para sobreponerse, no como una medida de resignación, sino como una estrategia de sobrevivencia y también como una estrategia de organización en la búsqueda de respuestas y soluciones conjuntas que no llegan de ningún otro lado, este se vuelve su propio modelo de desarrollo endógeno, a lo mejor no lo implementan o lo ven de esa manera, pero en términos reales y prácticos, es así, ellos y ellas son sus propias soluciones que dan las respuestas necesarias en los momentos requeridos.

Mucho es lo que está en juego, por una parte no podrá garantizarse el cumplimiento de la Agenda 2030 que ha dado vida a los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) (http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/) y por otro lado al no detener y revertir el acelerado proceso de empobrecimiento y exclusión, se está condenando a generaciones enteras a seguir viviendo y reproduciendo el círculo de pobreza. Urgen medidas efectivas que garanticen la inversión oportuna en el ciclo de vida de las personas y con especial atención a los primeros años y juventud, considerando que el nivel de retorno de estas inversiones aseguran mejores y mayores posibilidades a lo largo de la vida y de esta manera se lograría de manera significativa sentar verdaderas bases de justicia y equidad intergeneracional con perspectiva de género. Lo que no se invierte en los primeros años de vida es irrecuperable.

Me conmueve mucho escribir estas palabras, y creo que debe afirmar mucho más el compromiso de quienes hemos decidido acompañar a este valioso y valiente pueblo, resiliente por naturaleza propia, que camina con coraje, con golpes recurrentes, pero que renuncia a quedarse de rodillas, a verse derrotado. Seguiremos caminando y acompañándonos solidaria y recíprocamente ante los retos y desafíos que enfrentamos y con la mirada puesta en el devenir pleno, trabajando por un presente y futuro de paz, justicia y sustentabilidad hasta la séptima generación venidera, ese es y debe ser el compromiso a asumir.

Este pueblo debe darse cuenta de su valía, es admirable y esperanzador, si logramos catalizar este momento, no dejarnos consumir por la ira, el odio y el miedo, esto será transformador para sentar las bases de una nación intercultural que da cobijo a todas las expresiones y formas de vida que por este territorio que hoy se denomina El Salvador caminan, la familia humana, el hogar común y la naturaleza como un todo integral. Fuerza entonces en la tarea!!!

miércoles, 27 de julio de 2011

¿Qué vamos a hacer en un planeta de 7,000 millones de personas? “Jóvenes son un bono o una bomba de tiempo”

Reflexiones para el siglo XXI, en el marco del Evento de Alto Nivel de la ONU sobre Juventudes,NY, Julio 2011.

¿Qué vamos a hacer en un planeta de 7,000 millones de personas?
“Jóvenes son un bono o una bomba de tiempo”

San Salvador, 21 de julio de 2011

Por César Neftalí Artiga Cartagena. Director Ejecutivo de la Asociación Nueva Vida Pro-Niñez y
Juventud en representación de SIGLO XXIII: Paz Sustentable y Grupo “Sin Cuenta” (G50).

Las proyecciones reveladas por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en el
último informe presentado el 11 de julio, en el contexto del Día Mundial de la Población, de que
para el 31 de octubre de 2011 la población mundial en el planeta alcanzará los 7 mil millones de
personas son preocupantes, aún más si tomamos en cuenta que 3 mil millones de esas personas
serán menores de 25 años.
UNFPA destaca los desafíos y los retos que enfrentarán todas las naciones para atender las
necesidades de ese número de habitantes "si no quieren aumentar en miles de millones sus
niveles de empobrecimiento y exclusión".
Se calcula que para el 2015 El Salvador contará con un millón 341,083 personas entre 15 y 24
años de edad, por lo que tendría que centrar la atención en el llamado “bono demográfico” que
representa una oportunidad si es atendido como es debido, tanto en la inversión como en la
generación de experiencias de desarrollo.
“Las presiones para satisfacer la demanda de servicios de educación media y superior, así como la
demanda de cuidados de la salud y de empleo que ejerce este sector de la población se reducirán
progresivamente y de manera sensible a partir de 2015, por lo que es ahora cuando más se
necesita asignar prioridad en el gasto público a la juventud”, dijo Elena Zúñiga, representante de
UNFPA en El Salvador.
El crecimiento poblacional salvadoreño no es significativo desde 1975, cuando se contaba con
cuatro millones de habitantes, esto debido a alta tasa de migración, donde la mayoría de
inmigrantes eran menores de 24 años.
Actualmente, la mitad de las personas de 18 años de edad deja de estudiar y el 56% de los
hombres de esa edad ya forman parte de la población económicamente activa. A la edad de 24
años, el 74% de las mujeres ya han estado embarazadas.
En una entrevista realizada a Leonor Calderón, representante de UNFPA en Guatemala, señala
que las pocas oportunidades de educación e inserción laboral para jóvenes provocan la reflexión
de si los jóvenes son un bono o una bomba de tiempo. Al mismo tiempo considera que si la
población productiva tiene las condiciones para participar en la generación de la riqueza, es un
bono demográfico, porque ello se convierte en réditos para el Estado, pero si no las tiene se vuelve
una bomba de tiempo, por lo cual exhorta a trazar estrategias en este sentido.
El bono demográfico significa que hay una gran cantidad de población joven, la mayor que nunca
antes ha existido, en edad productiva. Esta edad productiva es un bono, porque si es bien utilizada
es una garantía de que gran cantidad de quienes trabajan aportan, tributan, y estamos hablando de
una sociedad que da estabilidad, desarrollo y oportunidades.
Si la sociedad brinda las condiciones necesarias para que esa población pueda insertarse a la vida
laboral, generar riqueza y producir, estamos hablando de una oportunidad de mejorar las
perspectivas, pero si no lo brinda estamos hablando de una auténtica bomba de tiempo.
Este año en el cual se culmina el Año Internacional de la Juventud, la voz y participación de las
juventudes se vuelve trascendental, ya que estas recibirán este mundo con las herencias de las
generaciones anteriores y son las que van a vivir con los aciertos o desaciertos de las decisiones
que los adultos históricamente han tomado. Las juventudes presentes heredan un mundo en caos
y envuelto en crisis económica, financiera, ambiental, alimentaria y social, que destaca
particularmente la violencia extrema, que castiga enormemente a este segmento de población en
los países de América Latina. Y en este contexto, El Salvador es uno de los países más violentos
de la región, con tasas de homicidios altísimas, con victimas menores de 25 años, y estudiantes
asesinados por la lucha de territorios y por el reclutamiento y utilización de los mismos para
actividades delictivas por parte del crimen organizado y el narcotráfico. Aquí en El Salvador, ya
casi llegamos a los 100 estudiantes asesinados/as en lo que va del 2011.
En nuestro país y la región, la bomba esta en activo, y con los costosos programas que se tienen
en mente para trabajar la violencia y las juventudes, no nos parece que se encontraran ni la vida, ni
la paz, ni la convivencia social. La falta de participación de las juventudes en la creación de
políticas y organismos de Estado y gobierno, para atender a las juventudes, no resultará en el
cultivo del bono demográfico, y por tanto en el buen y bien vivir para ellas, ni para la sociedad en
general.
Ante todo lo antes mencionado, se vuelve vital el propiciar el protagonismo de las juventudes como
sujetos de su propio desarrollo, incorporándose en las instancias tomadoras de decisión con
participación real y efectiva en la formulación de políticas públicas y de Estado, que de forma
consecuente logren invertir de forma decidida y proactiva en este tan dichoso “bono
demográfico”. Es esta inversión que brinda una gran oportunidad de construir una sociedad para
las generaciones presentes y futuras que les garantice gozar de un verdadero desarrollo. Es en
respuesta a el llamado de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, a ser solidari@s, a la opción
preferencial por los/las empobrecid@s y a las diferentes formas y expresiones de vida en el
planeta, que nos dará la justicia y la paz ahora y hacia el futuro.

¿Qué vamos a hacer en un planeta de 7,000 millones de personas? “Jóvenes son un bono o una bomba de tiempo”

Reflexiones para el siglo XXI, en el marco del Evento de Alto Nivel de la ONU sobre Juventudes,NY, Julio 2011.

¿Qué vamos a hacer en un planeta de 7,000 millones de personas?
“Jóvenes son un bono o una bomba de tiempo”

San Salvador, 21 de julio de 2011

Por César Neftalí Artiga Cartagena. Director Ejecutivo de la Asociación Nueva Vida Pro-Niñez y
Juventud en representación de SIGLO XXIII: Paz Sustentable y Grupo “Sin Cuenta” (G50).

Las proyecciones reveladas por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en el
último informe presentado el 11 de julio, en el contexto del Día Mundial de la Población, de que
para el 31 de octubre de 2011 la población mundial en el planeta alcanzará los 7 mil millones de
personas son preocupantes, aún más si tomamos en cuenta que 3 mil millones de esas personas
serán menores de 25 años.
UNFPA destaca los desafíos y los retos que enfrentarán todas las naciones para atender las
necesidades de ese número de habitantes "si no quieren aumentar en miles de millones sus
niveles de empobrecimiento y exclusión".
Se calcula que para el 2015 El Salvador contará con un millón 341,083 personas entre 15 y 24
años de edad, por lo que tendría que centrar la atención en el llamado “bono demográfico” que
representa una oportunidad si es atendido como es debido, tanto en la inversión como en la
generación de experiencias de desarrollo.
“Las presiones para satisfacer la demanda de servicios de educación media y superior, así como la
demanda de cuidados de la salud y de empleo que ejerce este sector de la población se reducirán
progresivamente y de manera sensible a partir de 2015, por lo que es ahora cuando más se
necesita asignar prioridad en el gasto público a la juventud”, dijo Elena Zúñiga, representante de
UNFPA en El Salvador.
El crecimiento poblacional salvadoreño no es significativo desde 1975, cuando se contaba con
cuatro millones de habitantes, esto debido a alta tasa de migración, donde la mayoría de
inmigrantes eran menores de 24 años.
Actualmente, la mitad de las personas de 18 años de edad deja de estudiar y el 56% de los
hombres de esa edad ya forman parte de la población económicamente activa. A la edad de 24
años, el 74% de las mujeres ya han estado embarazadas.
En una entrevista realizada a Leonor Calderón, representante de UNFPA en Guatemala, señala
que las pocas oportunidades de educación e inserción laboral para jóvenes provocan la reflexión
de si los jóvenes son un bono o una bomba de tiempo. Al mismo tiempo considera que si la
población productiva tiene las condiciones para participar en la generación de la riqueza, es un
bono demográfico, porque ello se convierte en réditos para el Estado, pero si no las tiene se vuelve
una bomba de tiempo, por lo cual exhorta a trazar estrategias en este sentido.
El bono demográfico significa que hay una gran cantidad de población joven, la mayor que nunca
antes ha existido, en edad productiva. Esta edad productiva es un bono, porque si es bien utilizada
es una garantía de que gran cantidad de quienes trabajan aportan, tributan, y estamos hablando de
una sociedad que da estabilidad, desarrollo y oportunidades.
Si la sociedad brinda las condiciones necesarias para que esa población pueda insertarse a la vida
laboral, generar riqueza y producir, estamos hablando de una oportunidad de mejorar las
perspectivas, pero si no lo brinda estamos hablando de una auténtica bomba de tiempo.
Este año en el cual se culmina el Año Internacional de la Juventud, la voz y participación de las
juventudes se vuelve trascendental, ya que estas recibirán este mundo con las herencias de las
generaciones anteriores y son las que van a vivir con los aciertos o desaciertos de las decisiones
que los adultos históricamente han tomado. Las juventudes presentes heredan un mundo en caos
y envuelto en crisis económica, financiera, ambiental, alimentaria y social, que destaca
particularmente la violencia extrema, que castiga enormemente a este segmento de población en
los países de América Latina. Y en este contexto, El Salvador es uno de los países más violentos
de la región, con tasas de homicidios altísimas, con victimas menores de 25 años, y estudiantes
asesinados por la lucha de territorios y por el reclutamiento y utilización de los mismos para
actividades delictivas por parte del crimen organizado y el narcotráfico. Aquí en El Salvador, ya
casi llegamos a los 100 estudiantes asesinados/as en lo que va del 2011.
En nuestro país y la región, la bomba esta en activo, y con los costosos programas que se tienen
en mente para trabajar la violencia y las juventudes, no nos parece que se encontraran ni la vida, ni
la paz, ni la convivencia social. La falta de participación de las juventudes en la creación de
políticas y organismos de Estado y gobierno, para atender a las juventudes, no resultará en el
cultivo del bono demográfico, y por tanto en el buen y bien vivir para ellas, ni para la sociedad en
general.
Ante todo lo antes mencionado, se vuelve vital el propiciar el protagonismo de las juventudes como
sujetos de su propio desarrollo, incorporándose en las instancias tomadoras de decisión con
participación real y efectiva en la formulación de políticas públicas y de Estado, que de forma
consecuente logren invertir de forma decidida y proactiva en este tan dichoso “bono
demográfico”. Es esta inversión que brinda una gran oportunidad de construir una sociedad para
las generaciones presentes y futuras que les garantice gozar de un verdadero desarrollo. Es en
respuesta a el llamado de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, a ser solidari@s, a la opción
preferencial por los/las empobrecid@s y a las diferentes formas y expresiones de vida en el
planeta, que nos dará la justicia y la paz ahora y hacia el futuro.

Las juventudes salvadoreñas frente al Decreto 743

San Salvador, 17 de Junio de 2011

César Neftalí Artiga Cartagena. Director Ejecutivo de la Asociación Nueva Vida Pro-
Niñez y Juventud, en representación de SIGLO XXII: Paz Sustentable y Grupo “Sin
Cuenta” (G50).

Las juventudes salvadoreñas frente al Decreto 743

El 2 de junio del presente año, el poder legislativo de la República de El Salvador
representado en la Asamblea Legislativa, en cooperación con la Presidencia de la
República, creó el Decreto 743 llamado el “Decreto express”, por la manera y forma
expedita que fue declarado ley de la República. Este decreto reforma la Ley Orgánica
Judicial en sus Artículos 12 y 14. Dichas reformas llevan como objetivo el que las
resoluciones de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia sean
emitidas por unanimidad y no por mayoría, que es la forma constitucional de dictar
sentencias en todas las salas del órgano judicial.
La Sala de lo Constitucional conformada por 5 magistrados, tiene dentro de sus
funciones emitir sentencias sobre inconstitucionalidad de leyes, decretos, tratados y/o convenciones que sean denunciados por la sociedad civil.
Desde hace unos meses la presente Sala de lo Constitucional ha emitido sentencias en
temas claves como la desinscripción de los partidos PDC y PCN por la
inconstitucionalidad de un decreto emitido en un gobierno anterior, que les devolvía la vida, luego que después de las elecciones presidenciales del año 2009 no alcanzarán el porcentaje de votos que el Código Electoral exige. Además de ordenar al Tribunal Supremo Electoral la cancelación de estos partidos, declaró ilegal los nombramientos de dos magistrados que estos partidos tenían en el organismo electoral.
A esta sentencia se unen otras resoluciones sobre recursos y denuncias de
inconstitucionalidad que están en estudio, tales como: La Ley de Integración
Económica (que fue con la que se dolarizó la economía salvadoreña y el país dejó de
tener su propia Política Monetaria), la partida de gastos imprevistos de la presidencia, el Tratado de Libre Comercio con los USA, la Ley de Amnistía, etc.
Con este decreto se da un golpe no solo a la democracia del país y peor aún estamos
ante un golpe de estado consumado, por más intentos de negarlo de ciertos sectores
académicos que haciéndose valer de tecnicismos, manipulan al imaginario colectivo
con frases que más bien tienen por objeto desviar la atención de la presión pública que se realiza en las calles, donde se moviliza y manifiesta el malestar de la ciudadanía organizada y no organizada por exigir a los artífices de este hecho la derogación de dicho decreto.
El Decreto 743 y la forma express que le dio vida puso al desnudo la realidad de
quienes en puestos de decisión del más alto nivel, pagados por el pueblo, se
benefician a manos llenas, y aseguran mantener sus grandes privilegios económicos y
sociales. Ya en ciertos sectores de las Organizaciones de la Sociedad Civil se está
hablando de la posibilidad de llevar esto más allá en el sentido de proponer un
referéndum que conlleve a la reforma política y electoral del Estado de El Salvador. El ciudadano presidente se apresura para llevar también su propia propuesta de ley sobre estas situaciones, sin haber nunca asumido su responsabilidad en garantizar la manera torpe e irresponsable de haber contribuido a ratificar como ley de manera expresa y con dispensa de trámite el Decreto 743. Hay especulación que con las alianzas que se han formado en la asamblea y otros espacios, se trate de reformar la Constitución de tal forma que permita la reelección presidencial, y que el primer beneficiario sea Funes.
Ante todas estas situaciones generadas en el contexto del decreto express 743, surgen
de inmediato movimientos y expresiones de todas las fuerzas vivas del país, desde las
universidades, aunque en algunos casos, como el de la Universidad de El Salvador, que
es la única universidad pública de el país, en la que se observa posicionamientos nada oportunos y ni definidos de cara al papel que el rector de esta universidad juega en guiar el rumbo en las situaciones que afectan a la sociedad en su conjunto. Sectores empresariales y sociales se han manifestado vertiendo opinión en contra de este Decreto, y demandando su derogación.
Desgraciadamente, para la ciudadanía y el país en general, estas decisiones - decretos merman el funcionamiento de una de las instituciones del Estado que más esperanza y garantía daba a los diferentes sectores del país, ya que al estar cumpliendo decentemente con su papel, hoy Ejecutivo y Legislatura ponen freno a los incipientes pasos que se han dado para transformar el sistema político y electoral del país; un sistema político troglodita y desfasado que no ha permitido el fortalecimiento de las instituciones, y la participación ciudadana y ha corrompido a las mismas para que el aparato del Estado este al servicio de grupos que se han enriquecido y que han acelerado el proceso de empobrecimiento de las grandes mayorías. Por lo que queda demostrado que el país sigue siendo manejado por un pequeño grupo de poder económico, y la presente clase política que tiene secuestrado al país y a las instituciones del Estado.
La indignación pública es generalizada en diferentes sectores de la población, y llama la atención como las juventudes se están pronunciando y generando opinión tanto a través de las manifestaciones de calle Y como en las redes sociales donde se levantan movimientos de jóvenes universitarios que de forma creativa utilizan las TIC para expresarse.
El país vive una coyuntura especialmente delicada en diferentes escenarios. En el tema ambiental en el año 2010 la misión del Equipo de Naciones Unidas de Evaluación y
Coordinación en Caso de Desastres (UNDAC) presentó su informe donde según las
mismas autoridades internacionales deja al país en la posición de la nación más
vulnerable del mundo en cuanto a la capacidad de El Salvador para la respuesta a
desastres. El 87.7% del territorio nacional es área de riesgos, y el 95.7% de población vive en riesgo.
En cuanto a la seguridad ciudadana, la ONU nos ha declarado el país más violento del
mundo con una tasa de homicidios alta por día, aunque las autoridades de seguridad,
Fiscalía y Medicina Legal no logran homogenizar el dato que anda entre 12 a 14 diarios.
En el mes de julio de 2010 se presentó la Política Nacional de Juventud a través de la Dirección Nacional de Juventud (DNJ) de la Secretaria de Inclusión Social (SIS) dirigida por la esposa del ciudadano Presidente de la República. En este contexto se realizó un ejercicio de Consulta Nacional a las Juventudes de todo el territorio, que dio como resultado que aunque en el proceso hubo aciertos, también hay señalamientos
puntuales de inconsistencias. Además en el tema de prevención de la violencia juvenil
el Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) impulsaba diferentes
emprendimientos como el programa PROJOVENES financiado por la Unión Europea
donde se construía infraestructura recreativa y deportiva en comunidades con altos
índices de violencia. Todos estos emprendimientos puntuales que se realizaban desde
estas instituciones han sido coartados de la noche a la mañana con la creación del
Consejo Nacional de Juventud (CONJUVE), del que como juventudes organizadas no
conocemos cual será su rol en pro de políticas de estado, de gobierno por y desde las
juventudes, y sobre todo no tenemos claridad del cambio que representa en cuanto a
la institucionalidad PARA la inclusión de las juventudes en nuestro país.
Vemos con mucha preocupación que dentro de la Administración Funes, se ha vuelto
hábito el desacreditar y remover de su cargo a personas que están impulsando el
programa de gobierno, lo que ha resultado en un profundo desencanto desde la
ciudadanía. Es larga la lista de funcionarios removidos a la fecha por el ciudadano
presidente, quien aduce en cada caso pérdida de confianza. Y es que acaso no las
juventudes y otros sectores de la población ya hemos perdido también la paciencia y la
confianza en el ciudadano presidente Funes y no hemos actuado de oficio ante lo que
la Constitución establece: que el ciudadano tiene el derecho a la insurrección cuando
se haya roto el orden constitucional, que es precisamente lo que ocurre en este
momento en nuestro país.
Es importante que el Estado recobre su estabilidad, de no cumplirse esto el
descontento crecerá y ejercerá tanta presión que afectará la gobernabilidad, el debate
está más allá ahora de ideologías de derecha e izquierda, se trata sobre la
constitucionalidad del país.
Muchos catalogan a la democracia salvadoreña como una tragedia prolongada. Es
sorprendente la manera en que la historia alecciona a los pueblos. Bien dicen algunos
teóricos de la dialéctica que cuando las crisis sociales y políticas agobian a los pueblos,
se evidencian las debilidades morales de los políticos y estos se desnudan ante sus
pueblos. Esta es la gran lección que la actual coyuntura política del país pone en
evidencia.
La desilusión e indignación del pueblo con el ciudadano Funes, asimismo con l@s
legislador@s, mal llamad@s aun en este país, padres de la patria, es grande. Como
juventudes consideramos que esta crisis puede/debe convertirse en la apertura hacia el
trabajo preclaro y por la esperanza de la democracia, con una sociedad civil activa y
participativa, exigiendo proponiendo y creando en tiempo real en el aquí y ahora,
soluciones a los grandes problemas que afectan a nuestro país.
Que puede hacerse en solidaridad:
Urge que entidades serias de la comunidad internacional no se den por desentendidas
a esta grave situación que vivimos en El Salvador. Sabemos que por falsos entendidos,
no se ha dado a conocer la información de tal situación que vivimos desde junio 3,
2011, aunque ya información pública da a conocer que este Decreto se ha estado
trabajando desde un año atrás, y en particular en la última época de semana santa.
Urge que se documente la situación del llamado Decreto express que vive el pueblo
salvadoreño. Se debe documentar y estudiar seriamente, para tomar las medidas de
paz, y legales necesarias que garanticen la paz y el desarrollo social del país. Esto es
urgente… así, como visualizar el papel que decretos de este tipo juegan en contra de la
democracia y la paz en el mundo a fin de evitar que se vuelva un modus operandi
aceptado, tal como sucedió con el golpe de estado en Honduras, donde aun luego de la
reciente aceptación de Honduras de nuevo en la OEA, las violaciones flagrantes a los
derechos humanos continúan…

SIN MAIZ, NO HAY PAIS, O LA SOBERANÍA ALIMENTARIA.

REFLEXIONES PARA EL SIGLO XXI

SIN MAIZ, NO HAY PAIS, O LA SOBERANÍA ALIMENTARIA.

Marta Benavides, SIGLO XXIII — EL SALVADOR
Julio 3, 2011

En estos tiempos que llamamos y reconocemos como de la globalización, se habla mucho de las grandes crisis que como humanidad enfrentamos, la crisis financiera/económica, la crisis energética, la crisis de la comida, la crisis de cambio climático… y todas causadas y causantes las unas de las otras, y resultado de más de 500 años de colonialismo, de prácticas que priorizan el Mercado y el dinero, sobre la gente, su calidad de vida, y la salud del planeta. Desde el llamado “ descubrimiento” del continente que los pueblos originarios llamabamos Tewantisuyo, Abya Yala, Isla Tortuga, y los Europeos que por su suerte, llegaron y llamaron América, se inauguro la globalización, se impuso por la fuerza, su forma de pensar, y de priorizar. Y es desde allí, que el libre Mercado, o el Mercado libre, o la libertad para el Mercado fue la práctica, por eso, el comercio de esclavos, por tanto la esclavitud (the slave trade), y el negocio de las misiones (missionary enterprise). Entonces se corrompieron los principios, los valores, y pasamos a la ley del Mercado, del consumo, y la producción de lo que puede producir ganancia, en lugar de una economía basada en el bien de y para la humanidad y la salud del planeta. Y aquí estamos más de quinientos años más tarde, enfrentando las llamadas crisis, sin poder ver lo que está a la raíz de ellas.

Es importante entender que todas las crisis están amarradas las unas a las otras, y que no se pueden resolver por separado, que se re-crean y fortalecen entre sí, y que dependen la una de las otras y viceversa. La ciudadanía de cada país, debe lograr entender esto, para poder hacer lo necesario para lograr el cambio necesario y deseado.
Reflexionemos sobre el caso emblemático del maíz en México PARA ENTENDER UN POCO MÁS:

Hace unos tres años, para el día de los muertos, se llevo a cabo una numerosa marcha/demostración en la capital Mexicana, en la que quienes participaron iban vestid@s únicamente con ropa interior. Demostraban en la calle y de manera muy gra’fica, que la vida les estaba siendo negada, que estaban desnud@s, desprotegid@s en toda forma, por los acuerdos de libre comercio de Norte América/ TLCAN, que negocio la soberanía del país, al punto de tener que “armonizar” le llaman, la constitución de la república con la constitución de los acuerdos, y así, en violación de la constitución, se cambiaron las leyes que protegían la agricultura, las tierras ejidales de los pueblos originarios, tierras mantenidas y trabajadas en propiedad común. Por eso, en rechazo a tales violaciones y en defensa de la soberanía, del derecho de los pueblos a su autoderminación, fuimos testigos alrededor del mundo de la irrupción en México, del movimiento Zapatista. Y así mismo en el día de los muertos, no con pancartas ni con camisetas, ni con puños en alto, el pueblo Mexicano, denunciaba la violación de sus derechos a su integridad, a su autoderminación, a su soberanía… y demandaba la derogación de los acuerdos que garantizaban tales violaciones… porque la agricultura y la naturaleza no están en venta, decían.

Años atrás, también en el contexto de la celebración del Foro Social Mundial Mexicano, realizaron la caravana de la campaña SIN MAIZ NO HAY PAIS, NO HAY NACION, Y VICEVERSA, SIN PAIS, SIN NACION, NO HAY MAIZ, somos en Mesoamérica, (Centroamérica y México) gente de maíz.

La caravana se paro en los pueblos educando a la ciudadanía, sobre el significado del lema, sobre la SOBERANIA, AUTONOMIA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA, sobre el significado de estos valores y principios para la identidad, la integridad, el SER de un Pueblo.

Ahora, en la actualidad, es hartamente reconocido que vivimos a nivel mundial una crisis de hambre por el alto costo de la alimentación, de la comida. Nos dicen que hay escasez, pero no es así... de nuevo es la conjugación de las llamadas cuatro crisis, el negocio, el comercio, la ganancia desmedida esta a la base de todas ellas. Es la priorización de las ganancias sobre el bien-estar, el bien vivir de los pueblos, y la salud del planeta.

Las compañías transnacionales, aliadas a los negociantes nacionales de cada país, aseguran únicamente sus ganancias, y usan la ley, y los ejércitos, y la educación y la ciencia misma para procurar y garantizar su enriquecimiento, creando y fortaleciendo la clase que explota sin miramientos, y los subterfugios que le permiten hacerlo. Así, no permiten la creación de energías alternativas a la dependencia, que sean verdaderamente limpias, respetuosas de la humanidad y de la salud del planeta, solo la basada en el petróleo, la que es asimismo la base de la creación de otros productos, todos altamente contaminantes, como los fertilizantes y los pesticidas, creados desde la ciencia, y promovidas por quienes estudian en las universidades para promover la agricultura del país. La crisis del cambio climático, muy a pesar de que cient’ific@s pagados niegan su existencia en favor de las grandes industrias que la han provocado y profundizan cada día que pasa, no puede ser negada más, y sus consecuencias son grandes inundaciones, y derrumbes, sequias, desolación y muertes, no permitiendo la producción agrícola. La crisis financiera y económica, se profundiza, ya no es una burbuja, es la cruel realidad que deja sin trabajo y hogar a millones de gente, y que resulta en recortes de programas de estudio a todo nivel, de salud, de apoyo a las personas adultas mayores, a pueblos indígenas, a quienes son mas necesitad@s, y justifica que un nivel de 9 % de desempleo, en países industrializados sea considerado aceptable... no se toma en cuenta que el trabajo dignifica, y que lo que se planta es lo que se cosechará, por tanto los recortes serán un grave dolor de cabeza más pronto que nunca. Estos principios financieros y económicos, priorizan y garantizan las ganancias de quienes invierten, asegurando que los precios de los servicios básicos, que garantizan los derechos humanos, los derechos económicos, sociales, culturales y ecológicos de los pueblos sean tan altos, que no puedan ser realidad. Así, la crisis de los alimentos, asegura la ganancia de quienes negocian con ellos, los países que subsidian su agricultura, mientras forzan acuerdos de libre comercio que forzan a los países a cultivos para exportación, y para agrocombustibles, valiéndose de subterfugios de acaparamiento de tierras en países del Sur Global, que padecen un sistemático empobrecimiento.

Es en este contexto que debemos ver el problema del alto costo de la vida, la crisis de la alimentación. La ONG internacional OXFAM, en su último estudio sobre este tema, dado a conocer al público recientemente, declara que en la próxima década el costo de los alimentos subirá un 180%, como resultado de la combinación de los factores creados por las llamadas crisis ya enumeradas. Dice también, que los países de Centroamérica, los tres del triangulo norte – Guatemala, El Salvador y Honduras, y el sur de México, son los que más sufrirán esta situación. La verdad es que ya se enfrenta esta situación, y que los pueblos indígenas de la región ya sufren muertes diarias por esta condición, y que la niñez de este tiempo, tanto indígena como rural, no crecerá, y su cerebro no se desarrolla debido la desnutrición, causada por la falta de alimentación. Pero como es que una región tan fértil presenta tales condiciones? Es consecuencia de los tratados, lo que se prioriza para cultivar, en manos de quien está la tierra, y quien decide que y para que cultivar.

Los gobiernos aseguraran llevar alimentos a la población necesitada, enviados por la cooperación internacional, alimentos que en su mayoría son transgénicos, alimentos que llenan el estomago, pero que carecen de calidad nutritiva... o sea que garantizaran la SEGURIDAD ALIMENTARIA, que además crea dependencia, a expensas de la SOBERANIA ALIMENTARIA, que es la potestad de la población para cultivos criollos, orgánicos, nutritivos, parte de su tradición y cultura. Y todo este escenario se desarrolla en el contexto de grandes inversiones, en los millones y billones, recaudada por los gobiernos y los donantes y comprometida para la lucha contra la violencia, el crimen organizado en esa mismísima región.

Entonces, que hacemos, que nos queda? La primera cosa es tener la voluntad de saber, educarnos sobre nuestra situación, buscar las reales causas. Crear comunidad, una comunidad preparada para enfrentar la situación, trabajar para transformarla… Tocar puertas para involucrar, universidades, gente que pueda comprometerse a trabajar, artistas, academic@s, estudiantes, sindicatos, la iglesia, medios de comunicación y todo aquel o aquello que dice estar por la paz y la justicia social, y desde este movimiento social y solidario, presionar a las legislaturas de todo nivel, a la presidencia de la republica, y a los organismos internacionales. Preparar planes de trabajo, y realizarlos de manera disciplinada, en tiempo real, sin dejar caer la bola. Me dices que es muy difícil? Quien dice que no! me dices que es imposible, eso si que no… si queremos podemos, y por amor a la humanidad y a la amada Madre Tierra, más vale que lo hagamos, o estemos dispuest@s a perder nuestra alma, nuestra propia humanidad.

Hay gente que lo estamos haciendo, ya en varias prácticas y movimientos, como lo es la Economía Solidaria, si hacen búsqueda verán toda clase de ejemplos por todo el mundo. Trabajamos por la convención por los derechos económicos, sociales y culturales de los pueblos, para que los países los ratifiquen y que cada país los cumpla. Promovemos los derechos de la Madre Tierra tan valiosos como los derechos humanos, la inversión en la verdadera seguridad, que es en la convivencia y paz ciudadana, más educación y oportunidades de desarrollo para las juventudes, para la niñez, y por tanto no mas guerras. Nos movemos a todo nivel para la erradicación de la violencia en general, y la del empobrecimiento en particular, así como en aquella violencia domestica y contra la mujer. Presionamos para el cuidado de la Madre Tierra, y para que sea ratificado el derecho humano universal al agua, entre otros.

Para nosotr@s la gente de Latinoamérica y el Caribe, el que la gente Latina, y en particular la gente Chicana en Estados Unidos, tenga conciencia de estas situaciones y su efecto, tenga conciencia del papel histórico que pueden y deben jugar para con su pueblo y para con nosotr@s con respecto a la justicia y la paz, y de como su práctica debe estar en consonancia de tal entendimiento, es urgente y necesario, pues para nosotr@s el pueblo Chicano es nuestra familia en Estados Unidos, pais que impulsa y decide sobre las condiciones que la humanidad enfrenta. Podemos contar con ustedes? Así lo esperamos!

martes, 28 de septiembre de 2010

Fábula: "La escuela de los animales".

Los animales se reunieron un día en el bosque y decidieron crear una escuela. La junta directiva la formaron un conejo, un pájaro, una ardilla, un pez y una anguila. El conejo insistía en que una de las asignaturas fuera correr. El pájaro insistía en que una de las asignaturas fuera volar. El pez insistía en que nadar fuera una de las asignaturas y, la ardilla, en que la subida a los árboles en perpendicular era una materia imprescindible. Juntaron todas esas cosas e hicieron el plan de estudios. Insistieron mucho en que todos los animales dieran todas las materias.
Para el conejo, que sacaba «Sobresaliente» en correr, la subida a los árboles en perpendicular constituía un auténtico problema. No hacía más que caerse de espaldas. Al cabo de poco tiempo le dio una especie de derrame cerebral y ya no pudo volver a correr. Se encontró con que, en vez de sacar «Sobresaliente» en correr, estaba sacando «Bien» y, por supuesto, seguía sacando «Suspenso» en la subida en perpendicular. El pájaro era buenísimo en vuelo pero cuando le tocaba arrastrarse por el suelo ya no lo hacía tan bien. No hacía más que romperse el pico y las alas. Al cabo de poco tiempo sacaba «Bien» en vuelo y «Suspenso» en correr y sufría lo indecible con la subida a los árboles en perpendicular. Al final, el animal que terminó siendo el mejor de la clase fue la tonta de la anguila que lo hacía todo a medias. Sin embargo, los profesores estaban muy contentos porque cada alumno daba todas las materias y lo llamaron «educación integral».

Nos reímos con esta historia pero, en realidad esto es lo que nos ha ocurrido a la mayoría de personas. Realmente intentamos que todo el mundo sea igual a todo el mundo destruyendo, de esa manera, el potencial que tiene cada persona para ser ella misma; es decir, su invidualidad y creatividad.

viernes, 23 de abril de 2010

CUATRO PRINCIPIOS DE LA SABIDURIA TOLTECA.

LOS CUATRO ACUERDOS DE LA SABIDURIA TOLTECA
1. No supongas. No des nada por supuesto, si tienes dudas, acláralas; y tienes sospechas, pregunta. Suponer sin una razón evidente, envenena tú alma.
2. Honra tus palabras. Lo que sale de tu boca, eres tú mismo. Si no honras tus palabras no te esta honrando a ti mismo. Y si no te honras a ti mismo, no te amas. Honrando tus palabras te haces respetable ante los demás, y ante ti mismo.
3. Haz siempre lo mejor. Si haces siempre lo mejor, nunca tendrás que recriminarte, ni arrepentirte de nada
4. No te tomes nada personal. Ni la peor ofensa; ni el peor desaire, ni la más grave herida. En la misma medida en que alguien te quiera lastimar, se lastima a sí mismo. Ese es un problema de ese alguien, no tuyo.